Este espacio, único en el país está ubicado en el tercer piso del bloque 19. Es un puente entre las personas que fabrican materiales para aplicaciones determinadas y las personas que diseñan, allí reposan más de 150 novedosos e innovadores materiales producidos en la industria mundial para ponerlos al servicio del diseño. La materioteca se convierte en una experiencia donde las personas pueden ver, sentir y oler.
Baldosas de vidrio con aplicación polimérica que dan una sensación de movimiento, paneles de acrílico en los que dependiendo cómo influya la luz sobre ellos varían sus características de reflexión, nanotubos cientos de veces más pequeños que un pelo o platos hechos de cascarilla de arroz son algunos de los materiales que están allí para que los ingenieros y los diseñadores colombianos les encuentren su mayor utilidad.
Así mismo, es un espacio de inspiración en el que “cada idea tiene una solución material”, dice Luis Fernando Patiño Santa, profesor de Ingeniería de Diseño de Producto y uno de los gestores del proyecto. Este laboratorio de experiencias sensoriales es hoy una realidad gracias al convenio con la empresa Material Connexion, encargada de proveer muestras de los materiales que son expuestos en la biblioteca.
“Las empresas desarrollan materiales específicos, pero esas organizaciones necesitan que los diseñadores, los arquitectos o incluso los artistas encuentren esos materiales y les den un buen uso, ya sea en un producto, en un edificio, o en una obra de arte. Para eso está la biblioteca”, explica Luis Fernando, quien además es el coordinador de este espacio, adscrito a la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería de la Universidad EAFIT.